Télam|
El presidente del Parlamento de América del Sur (Parlasur), Oscar Laborde, confirmó este domingo que impulsará una investigación de ese organismo al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, por su papel en la crisis boliviana de 2019.
“La OEA jugó un rol determinante en el desenlace del golpe de Estado contra Evo Morales. El martes posterior a las elecciones de 2019, que ganó el Movimiento Al Socialismo (MAS), la OEA dijo que había ‘indicios de irregularidades´ por lo que considera que debe repetirse el comicio. A partir de eso Evo llama a nuevas elecciones, pero la derecha pide la renuncia del presidente y la OEA, sólo basada en esos presuntos indicios, no dijo nada”, explicó Laborde a Télam.
“Es más, la OEA contrató dos consultorías externas para que investigaran los indicios de irregularidades y nunca hubo un dictamen de esas evaluaciones. Es decir nunca se presentaron pruebas sobre ese supuesto fraude. Entonces, como la decisión de auditar una elección y la evaluación de ese trabajo son potestad del secretario general del organismo, la intención es que Almagro explique sobre qué se basó la OEA para decir lo que dijo, con las consecuencias institucionales que tuvo”, agregó el parlamentario regional argentino.
El caso es que los sectores radicalizados de la derecha boliviana invocaron el informe de la OEA para iniciar una asonada con aval militar y policial que finalmente forzó la renuncia de Evo Morales, el 11 de noviembre de 2019, para frenar la escalada de violencia, y su inmediata marcha al exilio, primero en México y luego en Argentina.
La intención de Laborde, autor de la propuesta de investigar el rol que jugó Almagro en la crisis boliviana, es presentarlo antes de fin de año ante la Mesa Directiva del Parlasur para que sea tratado durante enero.
La Mesa Directiva la integran Laborde, como presidente, y cuatro vicepresidentes: Daniel Caggiani (Uruguay), Arlindo Chinaglia (Brasil), Tomás Bittar (Paraguay) y Luis Emilio Rondón (Venezuela).
Laborde añadió que el papel de la OEA en los comicios del año pasado fue “una cosa descarada, sin pies ni cabeza” y reclamó que ese organismo regional admita “el terrible error que cometió para someter a América Latina y al pueblo de Bolivia”.
Considerando que el Parlasur es un organismo regional con representantes electos por el voto popular pero cuyas decisiones no son viculantes, Laborda explicó que “lo que se hará es una investigación y un pedido de explicaciones a la OEA que en todo caso tendrán que llevar ante el organismo los embajadores de cada país miembro”.
No obstante, el legislador regional recordó que las decisiones y sugerencias del Parlasur tienen una incidencia real, como se demostró cuando a sugerencia suya el Tribunal Supremo Electoral de Bolivia decidió en los días previos de las elecciones del 18 de octubre, que consagraron presidente a Luis Arce con más del 55% de los votos, suspender el sistema de Difusión de Resultados Preliminares (Direpe).
“Esa decisión de suspender el Direpe descomprimió el clima de tensión, por el que se auguraban posibles hechos de violencia, y todos los participantes del comicio esperaron la confirmación de los resultados oficiales”, explicó Laborda.
Trinidad y Tobago rechaza votar en OEA
Trinidad y Tobago anunció este viernes 18 de diciembre que no participará en ninguna votación de la OEA hasta que se reincorpore al representante del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y se destituya al delegado del líder opositor Juan Guaidó, quien denunció al Gobierno trinitense por el naufragio que dejó al menos 28 venezolanos muertos.
“Asistimos a las reuniones, pero no votamos sobre ninguna resolución ni apoyamos ninguna resolución hasta que las personas que están sentadas allí representando a los países sean las adecuadas”, dijo el primer ministro, Keith Rowley.
Las declaraciones de Rowley tienen lugar en medio de la crisis por la muerte de al menos 28 venezolanos en un naufragio cuando trataban de llegar a Trinidad y Tobago, una cifra que sacó a la luz una de las rutas de migración más desconocidas y duras, mientras se multiplican las denuncias contra los dos países.
El naufragio se produjo el pasado sábado, aunque las primeras noticias, todavía confusas, comenzaron a llegar en la madrugada del domingo a través de las denuncias del político opositor David Smolansky, nombrado comisionado ante la Organización de Estados Americanos (OEA) por el líder opositor Juan Guaidó, quien es reconocido como mandatario interino por unos 50 países.
El mismo domingo, Smolansky también denunció que Trinidad y Tobago violó “el principio de no devolución” de los migrantes, si bien no se ha confirmado hasta el momento si los 28 fallecidos habían sido deportados y el naufragio se produjo cuando retornaban o fallecieron en el trayecto de ida a la isla.
En una conferencia de prensa, Rowley mostró también este viernes 18 de diciembre su desacuerdo por declaraciones similares del secretario general de la OEA, Luis Almagro, sobre la situación.
“Llamamos a los Gobiernos de la región a admitir a las personas que huyen de la dictadura en Venezuela buscando refugio, en cumplimiento del principio de no devolución y el derecho internacional”, señaló Almagro en Twitter el pasado domingo, al referirse al naufragio.
El primer ministro trinitense dijo esta semana que se ha impulsado una “narrativa falsa” de que los venezolanos llegaron a la isla de Trinidad, pero que fueron rechazados, la supuesta razón por la que se ahogaron en aguas de la costa de Venezuela.“Esta es su mentira”, subrayó en un declaración tras el naufragio, tras matizar que la Guardia Costera de Trinidad y Tobago nunca vio ni interactuó con el grupo de venezolanos.
Rowley se sentará como presidente de Comunidad del Caribe (Caricom) en enero, pero recalcó que no necesita la fuerza conjunta de los otros miembros regionales para oponerse al liderazgo actual de la OEA. Este no es el primer enfrentamiento de Rowley con la OEA por la situación de Venezuela, pues en 2017 pidió la destitución de Almagro.